YAPA
Pero el motivo real de la publicación es lo siguiente, y tiene que ver con lo que vimos en la ultima clase:
Pero el motivo real de la publicación es lo siguiente, y tiene que ver con lo que vimos en la ultima clase:
A fines del SXIX, el movimiento obrero estaba integrado por dos tendencias, socialistas y anarquistas, primas/hermanas,
cuyos debates y diferencias fueron mas agudas después de la 2da Internacional (1889).
Estas corrientes, en principio, fueron fundadas por inmigrantes europeos, después
se expandieron a medida que la conflictividad se intensificaba, fundamentalmente en el Litoral y Ciudad de Buenos Aires. Asi se formaron sociedades
de resistencia, gremios y primeras federaciones, pero lo importante o lo
interesante aquí, es mostrarles que idea de Estado tenía un dirigente
socialista de 1898, esto es parte de un fragmento (replica mas bien) de Alfredo
Pasqualetti (socialista) a Alfredo Gilimón (anarquista, ex socialista).
Pasqualetti el 19 de febrero de 1898 en el diario La Vanguardia* escribe:
“El Estado es esa máquina gubernamental, organizada por la clase dominante para defender sus privilegios y derechos de propiedad, nacidos del despotismo y la usurpación de lo que la naturaleza hizo para todos, en beneficio exclusivo de esa clase (…) es una consecuencia de la propiedad individual que trae la división en clases” eso indica, que estaba destinado a desaparecer “(…) al mismo tiempo que la división en clases, es decir, con la socializcion de los medios de producción”
Lo interesante en esta discusión que sostiene con Gilimon, es si
participar políticamente no era sino retrasar la revolución del proletariado,
ya que para los anarquistas como Gilimon, era “aburguesarse”. Pero en esta discusión, Pasqualetti, destacaba que era un error pensar “que
con un simple decreto se podrá transformar la sociedad”. La discusión sigue,
muy interesante, por acá (ver)
*La Vanguardia era el principal diario de la tendencia socialista, tuvo gran impacto en la formación del partido socialista en Argentina. En esa época, el diario no solo era la herramienta por excelencia de la difusión de las actividades y proclamas de partido/grupo sino de formación política.
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